PIEDRAS EN EL CAMINO

Cuando salimos del gabinete, lo hicimos cargados de formularios para rellenar en casa y otros para ser rellenados por el personal de la guardería. En ese entonces, mi hija tenía una tutora que, o bien estaba de baja, o bien te abría la puerta y comenzaba a quejarse del trabajo «extra» que le daba nuestra hija. Como si tuviéramos que pagarle un plus y nosotros no supiéramos verlo. Como la cosa seguía y seguía y no le hacíamos caso, decidió, junto con la dirección de la guardería que se alineó con ella desde el primer momento, que la niña debía volver al aula donde había empezado, porque estaba a ras de patio. Eso sí, con compañeros un año más pequeños que ella. Y sin ella de profesora que era lo que buscaba! De esta decisión nos enteramos por las psicólogas que fueron a ver cómo era el comportamiento de la peque en el aula y en el patio. Tuve que ir y enfadarme, porque no lo conseguí ni la primera ni la segunda vez que fuí, para que la pusieran en el aula que le correspondía por su edad. Primera piedra.

Además, de los ocho cuestionarios que se le dieron a cumplimentar, solo hizo cuatro de ellos. Cuando le pregunté porqué me contestó que porque ella no tenía tiempo para rellenarlos en la guardería y en casa, no le daba la gana porque no se le pagaba para ello. He de explicar que los cuestionarios se podían rellenar perfectamente durante la hora de la siesta, por ejemplo, o en los ratos de patio, pero no había ninguna voluntad de ayuda. Y aquí hago un inciso.

Si por algún motivo crees, que porque tu hij@ sea un peque con necesidades especiales, esto lo va a convertir en una fuente de solidaridad nunca vista te equivocas. Si da problemas en el colegio, en un porcentaje alto de las veces verás que las puertas del centro se van cerrando y te van invitando a tirar la toalla con ellos (sobre todo en colegios privados y menos, en los concertados). En los públicos esto está más reglado. Pero claro! Ve a poner a tu hij@ en un buen colegio donde funcionen las cosas como se deben! Para empezar, que el boca oreja funciona muy bien y la gente sabe cuáles son. Si se ha de decir que vives en un lugar distinto del que es, no importa. Si has de fingir que tu renta es menor de lo que es, pues porqué no. Si te has de divorciar para conseguirlo..Hombreee! Segunda piedra

Luego toca el tema familia. A tod@s les da pena tu dolor y tus lágrimas. Pero no les pidas que se queden con tu niñ@!! Entonces descubrirás quién está contigo a todo y quién no. También es verdad que mi hija era muy difícil de llevar y en esta frase hay puesto mucho eufemismo. Tercera piedra

A los quince días, nos dan los resultados, que cojean a consecuencia de la falta de implicación de la escuela infantil. Según pone el informe, la niña presenta razgos de un Trastorno del Espectro Autista, pero en un viraje inesperado, nos explican que todo apunta a un Trastorno Específico del Lenguaje. Todo a la espera de una revisión pasado un año y que debíamos, claro que si, volver a pagar. Y que, vaya por Dios, descartaba el autismo y dejaba el diagnóstico en un TEL. Mi hermana, que vive en otra Comunidad Autónoma me explicó que había estado hablando con un psiquiatra, y que, cuando ella le explicó a qué jugaba su sobrina le contestó: «Tu sobrina es autista». Estamos hablando de un señor que no había leído pruebas, cuestionarios, no habia visto a la niña…Un despropósito mayúsculo todo.Cuarta piedra

Imaginen ahora nuestro estado mental y nuestra ruina económica porque en casa solo entraba un sueldo y la terapia de la niña, tres veces por semana, nos salía por unos 320 euros. Añadamos a todo, el pago de una hipoteca, que nos alimentamos porque no somos esporas, los gastos de la guardería… Entonces, además de estar ya de médicos, porque mi estado mental no estaba en un momento glorioso, me veo abocada a buscar trabajo.

Una tarde recibo una llamada «Hola, buenas tardes! Es usted…? Le llamo de la Dirección General de yonosequé (no oí la frase completa). Es en referencia a una solicitud que usted hizo para ser incluida en la bolsa de interinos del Ministerio de…Sigue usted interesada?»

Y, bailando, con el auricular aún en la mano, me comienza a surgir una energía poco a poco, del pecho. Una que solo tiene que ver con lo que se refiera a mi hija. Me agacho, empiezo a recoger las piedras y a tirarlas una por una por la ventana. Este sería mi lema hasta cinco años después. Mi hija, mi fuerza


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