EL VIAJE

Describe una cosa sencilla que hagas y que aporte alegría a tu vida.

Pues ya han pasado los cinco días de mi viaje, que se han ido en un pis pas. Han sido los cinco días de viaje más tranquilos que recuerde. No he ido a ver ningún monumento, los únicos, mis hermanos, que son bien guapos los dos. Hemos quedado de paseíto corto por la avenida de la playa, tomar algo, mirarnos a los ojos, abrazarnos…eso que no puedo hacer de diario y que  me hace tanta ilusión. Me estaré volviendo mayor!

Mi hermana vive en un sitio bastante tranquilo, lleno de pinos, poco tráfico, el sitio tiene jardín comunitario, piscina comunitaria…y eso es lo que hemos disfrutado. De verdad que a cualquier otra persona el viaje le hubiera parecido un orfidal, pero con el trajín que llevo a diario esto ha sido una buena recarga de pilas.

Luego ha estado el ver a la benjamina de la familia, mi sobrina, que se va haciendo mayor por momentos y que está cogiendo maneras no solo de buena gente, sino de buena gente de calidad. De esa que no te juzga, que te quiere porque sí, que juega con mis hijos y habla, y se ríe, y no está todo el rato juzgando y pensando que ellos son distintos. No. Se la trae al pairo, y se le nota. Tiene mucho sentido del humor. Humos ácido como el que practica su padre, uno de esos que nunca entendió mi madre pero que tampoco le ha hecho falta. A él también le gusta hacer las cosas a su manera. Por eso quizás chocaban tanto. Porque a ninguno de los dos les gusta las imposiciones. Y me parece bien. Uno debe plantarse firme cuando creen que se le quiere pasar por arriba. Aunque luego la realidad sea otra. O no.

También he visto al viudo de mi madre, que se me presentó sin afeitar, cosa que no hubiera ocurrido jamás si mi madre viviera. Lo de él con nosotros es un poco raro. Nos aprecia, yo creo que a mis hermanos los quiere, no como a sus hijos, claro está, pero sí mucho y de verdad. Ha hecho cosas por mis hermanos que no enumero aquí porque son cosas que no son asunto de nadie, pero que demuestran el cariño auténtico que les tiene. A mi, por ejemplo, me aprecia. A mi me conoce menos. Yo era la hija satélite. Existía pero no se me veía a no ser que viajaran o que nosotros viajáramos hasta allí. A él  le debo el que pagara mi parte del convite de la boda. Por aquél entonces, mi marido y yo íbamos tiesos, yo más que él, y él me apoquinó mi parte y nunca jamás en la vida, me lo ha recordado. Siempre saco yo el tema. Lo hizo porque quiso y pudo, y por aprecio hacia mí, plus un poco que yo era la hija que menos comulgaba con su persona porque siempre quería salirse con la suya, con la idea de que él era mayor y me ganaba por experiencia. Ahora veo que tenía razón pero seguimos los dos vivos y ya se lo he podido reconocer más de una vez entre risas.

A mi hermana le he dicho que así exactamente me gustaría jubilarme, o pasar algunos de mis días. En un apartamento tranquilo, con poco tráfico, relajándome en familia, claro está que eso una pequeña cosa no es, y más si le incluimos una piscina, pero hombre, puestos a soñar..

Y esas son las pequeñas cosas que me hacen feliz. Disfrutar de los míos, verles con salud, hacer asaderos que les encante y vuelta para casa.

Ahora toca poner el acelerador para el examen. Estudiar, estudiar, estudiar…y escribir  aquí!


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