¿Hay alguna cita que describa tu vida o sobre la que pienses a menudo?

En mis 13 años trabajados cara al público, vi como la plantilla con la que ejercía mi labor se iba modificando con el paso de los años. La gente que iba a trabajar allí, al principio, lo hacía porque no les quedaba más remedio. Se habían quedado atrás en el escalafón, y era mejor caer en aquellas brasas que en otras llamas. Total, que aguantaban hasta que podían pedir otro destino, y luego, volaban muy alto.

Pocos volvían siquiera a visitarnos, a saludar. Yo lo hago de vez en cuando. Tan es así, que en la última Navidad, no habiendo planeado mi juzgado ninguna comida, me fui con los del Registro. A muchos los conozco poco, pero a otros los tengo guardados en el corazón como pequeños tesoros. Todos se portaron muy bien conmigo en el tú a tú.

Recuerdo una compañera que estuvo cubriendo una baja una larga temporada. Era una chavala joven, madre de gemelos, que había intentado ejercer derecho montando un despacho con su hermana. No funcionó y se vio trabajando de interina, ayudándome con mi querido público. Tenía una mirada honesta y limpia y una sonrisa, que hacía de ella la persona con la pinta más optimista del mundo. Ella llegó cuando me enteré que había aprobado, y no paraba de decirme, «vuela alto chiqui! No te quedes aquí, vuela!».

Total, que ella también fue a la comida navideña y, como era tiempo de covid dividieron lo que debía ser una mesa en dos grupos, así que, acabamos mi equipo y otra compañera en un lado, y el resto de la plantilla, por otra. Ese año fue muy raro. No quisieron ir casi ninguno de los antiguos porque la gente nueva no había empezado con buen pie. Y allí estaba yo, rodeada de perfectas desconocidas, riendo a carcajadas con las ocurrencias de las que formábamos el equipo de información. Fue una comida súper divertida, y pude sentir que el afecto por el apoyo de estar allí, a pesar de que los demás no querían compartir mesas con las nuevas, comenzaba a deslizarse por entre los platos y los vasos y a encajarse en los corazones de todas.

Cuando estaba acabando la comida, se nos hizo una foto que puse luego en mi estado de WhatsApp con una cita de Gabriel García Márquez de su libro «el amor en los tiempos del cólera» «el corazón tiene más cuartos que una casa de putas». Esa frase se la dice el aya a la protagonista de la historia para hacerle entender que, puedes amar a alguien, con todo tu corazón, y seguir teniendo espacio para más amores. Cada uno en su estancia, en su tiempo, pero no por ello menos importante que el anterior o el siguiente. Y eso me sucedía con aquellas mujeres que habían visto, con la excusa del bicho, cómo casi toda la plantilla les daba la espalda. Con aquella cita venía a decir que ellas, todas, tenían mi afecto, mi apoyo, le pesase a quien le pesase. Soy así, no puedo evitarlo. No hago distingos con nadie. No me importa qué si me demuestras que eres buena gente. Y aquella mesa rebosaba!

Ahora que lo pienso, cuando leo un libro de Gabo, puedo sentir el calor, la humedad, el olor, el color de su país mientras lo hago. Y un poco así fue ese día para las que estuvimos allí que éramos todas mujeres. Un homenaje a la vida, al amor, a, incluso, porqué no, al calor de Colombia. Instalado ahí. En su propia estancia.


3 respuestas a “La cita”

  1. Qué precioso homenaje a los vínculos sinceros y al calor humano que a veces, por suerte, se cuela incluso en los pasillos más fríos.
    Te confieso que, tras las dolorosas experiencias que han vivido unas personitas que adoro en un juzgado, me cuesta creer que allí puedan habitar personas buenas, sensibles, humanas…
    Pero al leerte, me reconcilia un poco con esa posibilidad.
    Y más aún cuando el relato me lleva, con ternura y calor, a la tierra donde nací: Colombia.
    Gracias, Ana, por recordarme que, a veces, también hay luz donde menos la esperas.
    Un abrazo.🤗🌷

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    • Pues mira, sin ser yo persona que de la cara por todos, y sabiendo de primera mano cómo se las gastan algunos allí, también te digo que hay algunos, muchos, que sabemos lo que significa todos y cada uno de los expedientes que llevamos. Son vidas, personas, derechos…y ante eso no nos ponemos de perfil, sino que tratamos de que todo se resuelva cuanto antes y haciendo el menor impacto posible en esas vidas. Y yo, la verdad, he conocido gente maravillosa. Que hayas nacido en Colombia te da un plus en mis quereres ❤️❤️❤️

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