¿Cuál es el rasgo de tu carácter que valoras más?
De lo más importante de mi vida, lo que me ha llevado a no perder los papeles, ha sido la paciencia a la que he dado un toque de inteligencia. Me explico. Soy paciente con mis hijos, mucho, con la gente mayor, con todo el que tiene alguna dificultad para entenderme o para aguantarme pero, también es cierto que, no es una paciencia resignada. Con mis hijos sé que si no conozco eso que forma parte de su ser, si no estudio, si no me formo, voy a necesitar, cada vez, un mayor grado de ese razgo de mi persona. Y mira, por ahí, no. Prefiero formarme que vivir en un mundo volátil.
Con la gente mayor soy paciente pero firme, y con los bordes y maleducados, solo firme. Con la dignidad que se merecen ellos y yo.
De más joven era una chavala muy muy callada. No quería que saliera de mi boca nada que hiciera sospechar que estaban ante una persona que hacía muchísimo tiempo que se buscaba la vida por su cuenta. Me inventaba firmas, excusas, yo creo que de ahí sale mi vena de inventora de historias…pero no dejé, jamás de perder el norte de mi vida. Tenía un lema que me acompañó mucho tiempo, que era que, justo ahí, detrás del horizonte de penalidades por las que estuviera pasando, estaba algo mejor para mí. Mi tierra prometida. Mi Edén.
Ya no me sujeto a ese lema, es cierto, pero cuando las cosas se me tuercen mucho echo la vista atrás y pienso en lo que he superado. Y entonces respiro profundo, achico los ojos y pienso, tranquila, justo ahí detrás de este problema, sigue estando para ti la tierra prometida. Y así se me va la angustia. En ese respiro profundo.