Si no necesitaras dormir, ¿qué harías con ese tiempo extra?
Si pudiera elegir qué hacer mientras todos duermen, me dedicaría a leer, mucho, y a escribir, muchísimo.
Si pudiera elegir qué hacer, estaría toda la noche en vigilia, acechando los malos sueños que pudieran atacar a mis hijos. Andaría con mucho cuidado espantando aquellos que pudieran perturbarlos.
Si no fuera posible dormir, me sentaría en una ventana a ver pasar la noche, a ver las pocas estrellas y planetas que podemos ver a simple vista. Para luego describir la belleza de ese momento en una poesía. Me encantaría escribir poesía!
Si la vida no me permitiera descansar, apagar mi mente y relajar mi cuerpo, tal vez entonces conseguiría alcanzar la categoría de dinamo, de motor, de luz continua, para que mis hijos pudieran descansar en paz, vivir en paz, sin que nadie enturbie sus vidas, sin que nadie invada sus mentes, para que puedan vivir con tranquilidad hasta que volvamos a encontrarnos. En otra vida, es cierto, de otra manera, pero en paz. Viviendo solo el amor que nos tenemos. Y que yo, de vez en cuando, pueda decirles que me voy a descansar un rato. A dormir por fin. A disfrutar de ese merecido descanso.
Hoy una compañera me ha dicho llorando que soy una leona. Una madre leona. Tal vez sea así, tal vez esta alerta en la que defiendo a mis cachorros, en la que escribo correos a profesores que hacen comentarios dañinos, o a los que digo que si en una actividad no caben ellos, no es una actividad para todos, lo cual es una obviedad como un piano, si cuando los veo venir de lejos, me incorporo, arqueo mi cuerpo, y comienzo a rugir antes del ataque, entonces si. Soy una leona. Una madre leona. Y aquí estoy, oliendo el aire ante el enemigo invisible.
Que tenga cuidado, que ponga cuidado…que te vigilo!