¿Cuáles son las mayores influencias de tu vida?
Desde los 6 años comencé a vivir con mi abuela. La salud y los estudios me llevaron hasta una casa que estaba atestada de gente. Entre todos ellos estaba un tío mío al que le encantaba la música, leer, jugar al ajedrez…Recuerdo que yo utilizaba su pequeña máquina de escribir con un libro que él tenía para aprender, en un esfuerzo absurdo por parecerme a él o embuirme de su espíritu, mientras aporreaba las teclas.
Era una persona seria, educada, que decía las cosas sin quedarse colorado…hasta que un día, no sé porqué ni cómo, su espíritu se quebró ante el peso de la depresión.
De ahí en adelante, me vi como un satélite que hubiera perdido a su planeta. A la deriva. Hasta que, por cosas de la vida, mi madre y yo nos miramos un día y nos gustó lo que vimos la una de la otra. Entonces me pareció perfecto tomar nota de lo que ella hacía, no de todo, claro está, los hijos estamos para ver lo que creemos que son errores de nuestros padres, metabolizarlos, y acabar repitiendo lo mismo. Con una versión mejorada. Eso sí. Que no se diga que no aprendimos la lección.
Hoy día, con su marcha, he vuelto a quedarme extraña, como un pato en el Manzanares, que diría Sabina, y entonces supe que debía a actuar de manera que fuera una buena influencia para mis hijos. Que me vieran estudiar, ir al gimnasio, tener una vida sana…para que, cuando sean mayores me critiquen pero no sea porque yo no me haya cuidado como un jarrón Ming. Me gusta pensar que dejaré huellas bonitas en sus cabezas. Y que estaré allí, en forma de recuerdos, hasta que la vida quiera!