¿Cuál era tu asignatura favorita en el colegio?
Mi asignatura favorita era literatura. Imaginen una niña delgada, feucha, nada llamativa, que tampoco deseaba llamar la atención de la gente, con unos problemas que, ya por esa época le llegaban por las cejas, intentando sobrevivir a cada uno de los días de su vida.
Por aquel entonces, vivía como diría mi admirada Isabel Allende, como en un retrato en sepia. Todo pintaba de ese color en mi vida.
Con la llegada de esa asignatura, aprendí a leer poesía, enamorándome de Machado, de Lorca, de los clásicos…Resulta que, una vez al mes debíamos leernos un libro, que te ponía la profesora como tarea. Me hice socia de la biblioteca municipal, porque no tenía dinero para libros, lo cual era una cosa alucinante trabajando mi padre de tipógrafo en una imprenta, y me entregaba a la labor con una pasión de las de verdad. Como la de una jovenzuela que fuera a reunirse con su amante. Llegaba del cole, me duchaba, merendaba, hacía los deberes en algún sitio lejos de las miradas de mi abuela a la que solo le importaba cuánta luz consumías con el estudio, y, por último, como cuando dejas lo mejor de un plato para el final, sacaba el libro de marras y lo iba disfrutando poco a poco.
Qué me gustaba imaginarme como protagonista! Fui el conejito estresado de Alicia, la hermana sensata de Orgullo y Prejuicio, Peter Pan que era capaz de salir volando por una ventana y desaparecer hacia Nunca jamás…
Cuando todo terminaba, cuando la historia acababa, necesitaba meterme en otra, como una yonki que huye de su realidad. Lo que yo procuraba pasar por aquella adicción sin hacerme daño. Esperando que alguien me gritara bajo mi ventana un «Rampunzel niña hechicera, échame tu cabellera!» Hasta que caí en la cuenta de que no iba a venir nadie en mi ayuda y debía salir de aquel pozo oscuro yo solita. Poniendo una mano delante de la otra. Un pie delante del otro. Con esfuerzo si, pero empujada por todos aquellos libros, por todas aquellas historias. Por mis personajes preferidos.
Si tuviera a mi profesora delante ahora mismo, la abrazaría con fuerza y le daría infinitas gracias por darme un primer amor. Un amor de los de verdad. Mi tabla de salvación!
2 respuestas a “Mi asignatura”
¡Muy emocionante! Hay profesores que tocan vidas. Muchos no se dan cuenta del impacto que están causando en sus alumnos. Un saludo
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Si. Hay quien lleva la docencia en la sangre, la verdad!
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