El sueño

¿Cuáles son tus emojis favoritos?

Ayer, porque mi marido cumplía años, y porque debía devolver dos libros a la biblioteca que ya tenía empezados, estuve toda la tarde leyendo y escuchando música. No pude descansar bien. Si tuviera un emoji preferido sería el de tengo una barbaridad de sueño 😪 🥱 💤 😴 en todas sus opciones. Hace un momento, mi hija me ha preguntado que si me pasa algo, que me nota rara. Yo también. Creo que, esta semana, la pérdida del puesto de tramitadora, junto con el hecho de que, después de cesarme, la otra compañera pusiera una baja por otro motivo distinto del anterior, sumado al hecho de que debo recopilar la documentación para la declaración de hacienda que me hace temblar de ansiedad, que haya firmado la renovación de la matrícula del cole donde no aparece el concepto transporte, más el silencio angustioso de mi tía, me están pasando factura.

Haciendo un repaso de mi vida y de en quién he puesto mi confianza, ha dado como resultado el saberme y reconocerme sola por completo en lo que a esto se refiere. Yo tenía tres columnas: mi tío, que decidió marcharse sin haber cumplido mi hijo un año, mi madre, que falleció bastante antes de lo imaginado por cualquiera, y mi tía, que, aunque nuestra forma de confiar se había modificado, seguía intacta en lo fundamental. No sé cómo explicarlo. No la quiero como una hermana sino como una hija. Y este silencio impuesto por su enfermedad me tiene tan angustiada como cuando alguno de tus hijos sale de farra e intentas mantenerlo conectado a tu persona, y resulta que se le acaba la batería de su móvil. Ese no saber, no imaginar, porque no te cabe en la cabeza cuánta angustia puede existir en la suya, te oprime en el centro mismo del estómago y te deja boqueando como un pez fuera del agua.

Y así voy echando días para atrás! Es cierto que tener ansiedad no ayuda a tomarte esto con calma, pero cuando piensas en ello te recorre una profunda tristeza y unas ganas de llorar tremendas. Total, que hoy tengo que ponerme a recoger y a hacer lo que no hice ayer por estar paralizada. Tampoco ha ayudado mucho el hecho de que su hijo cumplió años esta semana y ayer lo celebró en casa de su padre. Si viviera cerca, haría como en La Casa de Bernarda Alba, me plantaría en la fiesta, exigiría silencio y luto y regaría el jardín del  casoplón que tiene su padre alquilado, de sal. Luego les sermonearía diciendo que no tienen ningún respeto, que mientras su madre muere de angustia sola, mientras ruega por que le den la asistencia médica que necesita, mientras sobrevive sin apenas dinero, él tiene los cojonazos de arrimarse a un padre que me quiso regalar a su hermano y que, después de dos hijos y 20 años de convivencia, no ha ayudado a su ex mujer ni la recuerda siquiera. A la que dejó de querer y respetar todo a la vez y al mismo tiempo. Y volvería a exigir silencio. Porque ninguno de los que estaban sentados a esa mesa, ninguno, es capaz de llegarle a ella ni a la punta de su zapato. Ni por buena gente, ni por culta e inteligente, ni por sensata. Qué cosas! Qué injusto! Luego me marcharía. A abrazarla fuerte. A protegerla de sus monstruos, de sus sueños angustiosos. A salvarla.

, ,

7 respuestas a “El sueño”

  1. Te leo y siento una tristeza honda, esa que no se quita ni respirando despacio.
    Ojalá pudiera abrazarte en este silencio tan lleno de amor y desconsuelo.
    A veces la vida pesa demasiado, pero tu ternura sigue siendo un refugio precioso y ojalá tu tía rompa el silencio y puedas darle ese abrazo que seguro tanto necesitáis ambas.
    Aquí te mando el mío🤗🤗🥰❤️🌷

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario