LA DISCRIMINACIÓN

Después de los casi diecinueve años que llevo viajados en esto de vivir con personas con un mapa neuronal distinto del mío, he conseguido distinguir a una persona con prejuicios a una distancia bastante potente. Lo digo porque, esta semana, solo en esta semana, he tenido que arremangarme y escribir un correo electrónico explicando y reivindicando el lugar que le corresponde en el aula, esta vez a mi enano, aunque también las tuve en su momento con mi hija.

El jueves veo un mensaje de su profesor en la aplicación del cole sobre un trabajo de francés del que yo no tenía ni idea. Último día de presentación, el viernes. Mi hijo llega medio desesperado a casa explicando que va a suspender la asignatura porque no le va a dar tiempo. Miro la aplicación del cole por si acaso me he saltado algún mensaje. Nada. De hecho, su profesora, que es la que tenía que haberlo avisado y puesto en la aplicación,  no pone nada en absoluto. No publica los controles, ni los exámenes, ni los trabajos…Ni se ha presentado. Cero. Entonces, como dije antes, me arremangué y le escribí un correo recordándole, por si se había olvidado, que ella, y yo, trabajamos con un niño autista con un fuerte tdah y con un mutismo selectivo también muy potente. Su respuesta fue una disculpa, con una justificación implícita, diciendo que ella recuerda a sus alumnos, TODOS LOS DÍAS, la tarea. Señora, le recuerdo que una persona con tdah es  capaz de olvidarse hasta de respirar si no fuera porque lo hace de manera inconsciente. Por qué se considera que tratar a mi hijo como un autista que es, es lo que discrimina? Por qué quieres ponerlo en un plano de absoluta igualdad con sus compañeros? Eso no es democrático, eso es una mierda y un capacitismo que tira de espaldas.

Otra situación. Su profesor tiene previsto hacer una tarea el miércoles próximo que consiste en ir a un supermercado y hacer una compra con 10 euros. Es una actividad que ya hizo su hermana, porque le tocó el mismo profesor de tutor. El mismo. Qué mala suerte!. Pues bien, ya le ha dicho al niño que él no la va a hacer porque resulta que no sabe sumar con decimales. Hola? Hay alguien que sepa y que vaya por el supermercado con un papel y un lápiz calculando cuánto se va a gastar cuando eso lo puedes realizar con una calculadora? Se puede ser menos inclusivo? Encima le ha dicho que ayude a sus compañeros, no sé con qué, tal vez cargando con la compra como si fuera el criado de alguien. Total, que también le va a caer un correo, y también voy a recordarle el sin fin de marcas de calculadoras que existen con la que no necesitas sumar en papel (cosa que no hace absolutamente nadie) y que si ha de ayudar a alguien lo hará para sí mismo. Él debe caminar el doble para conseguir la mitad, y encima, le dices, que, como regalo de consolación le toca ayudar a alguien que no necesita de su ayuda.

Todavía me quedan muchas cosas que pasar y muchas más que pelear. Mi hija siempre dice que soy una luchona. Comencé el mismo día en que le dije a una persona que mi hija era autista y vi, cómo, disimuladamente, separaba a su hijo de la niña no sea que se fuera a contagiar. Seguí así, el día que alguien me dijo, antes de que yo le preguntara, que ni se me ocurriera pedirle que se quedara unas horas con ella porque yo no tenía a NADIE EN ABSOLUTO quien la cuidara. Que ella no se encargaba de la rarita esa.

Si algo he de agradecer a mi suegra, y a la familia de mi marido es que, han querido a mis hijos por lo que son. Daba igual sus excentricidades. Los han querido de la manera incondicional que han necesitado. Sin más. Ni siquiera preguntan por qué van a terapia. No les importa. Algunos no desean hablar del tema. Si. Hay quien no sabe afrontar ciertas realidades.  Algunos lo saben y les importa cero. Pero jamás les he visto tratar a mis hijos de una manera despectiva, ni queriendo que se comporten como el resto de los niños del planeta. No sé si esa ruta la abrió mi marido. Tal vez. Pero lo cierto y verdad es que esa debería ser siempre la forma de tratar a cualquiera que uno considere o mire diferente. Desde el amor. Desde el amor al ser humano.

Conozco gente a la que la vida las ha vapuleado con una enfermedad, cosa que puede pasar a cualquiera, que no somos la última coca cola del desierto, y se han visto en la misma tesitura en la que nos vemos nosotros. Gente que, hasta ayer pareciera apreciarte, de repente, se gira y sigue su camino como si no te conociera. Que deja de llamarte. Que, encima, dice tomar esa actitud por lo que ellos consideran que es TU BIEN. Pues bien gente que piensa de esa manera. Que os den. A todos. Mucho!


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