LA TIMIDEZ

¿Qué miedos has vencido? ¿Cómo lo hiciste?

A ver cómo explico esto. Soy una persona absolutamente tímida. Muchísimo. Este blog lo ha leído más gente desconocida que mi propia familia de la que creo que solo lo conocen dos personas. Mis hermanos. A tope siempre con ellos!

Cuando era pequeña, y nació mi hermana, la gente, que de psicología infantil iban suspendidos, solían decirle a mi madre, delante de mí, «hay que ver tu hija la mayor, lo fea que ha salido la niña y lo linda que es la otra». Puedo jurar que me daba la risa, pero me parecía que decir eso delante de la persona de quien se hablaba no era muy acertado, o era una inoportunidad, o como lo quieran llamar. Mi madre se indignaba y solía decirles y afearles lo dicho así que dejaron de hacerlo.

Jamás sentí celos de quien yo, objetivamente, veía más bonita. Es que era obvio!! Lo que sí que ocurrió es que empezó a minar mi confianza, hasta hoy prácticamente. Eso de que te llamen fea, a granel, no ayuda no.

Luego vinieron los insultos, pero eso fue más tarde, cuando a mi madre la brújula de su vida se le volvió loca y me quedé un poco al pairo en el mar de nosesabedónde. Los insultos venían por el tamaño de mi nariz y de mi boca que, al llegar a la adolescencia, se vieron por fin, más proporcionados en mi cara. Mucho gilipuertas dijo que el patito feo se había convertido en cisne. Hay que joderse!  Dice mi marido que debo tener algún pariente de  la península porque mis rasgos son muy poco isleños, como mi hermana. No creo que haya gente que no piense que ella nació allí, gente que la conoce poco vaya! No somos ni morenas! He  de decir, porque tengo fotos, que era una niña muy bonita, con cara de ser muy retraída, con una hermana que era más bonita y que tenía más desparpajo. Punto.

En ese momento,  cuando vi la realidad, cuando la adultez llamó a mi cabeza, descubrí que la gente solo me atacaba porque podía hacerlo. Porque sabían que no iban a recibir respuesta. Que yo me llevaría lo que me dijeran, cargando su mierda en mi mochila,  y que podían, además, hacerlo con total impunidad.

Y entonces dije hasta aquí. Y entonces seguí siendo tímida pero como me insultaras te ponía bien en tu sitio. Cuando me contestaban que porqué me ponía así, que me parece de tener muy poca vergüenza preguntar algo como eso después de faltarme el respeto, les decía que porque me habían insultado y porque me daba la gana, y que, si alguna cosa más querían decirme que aprendieran a decirlo en verso. Me convertí en alguien solitario. Salía sola, me busqué la vida yo sola…y así aprendí un montón.

Otro que también puso de su parte fue mi padre.  Durante todo el tiempo  que conviví con él,  que no fue mucho, se encargó de poner mi autoestima a nivel de una alfombrilla! Lo último que me dijo, las últimas palabras que me dirigió, fue que dejara de molestarlo, que no fuera a visitarlo más, que no quería saber más de mí. Toma! Premio al mejor padre del mundo! Y lo cumplí! Si señor!! Lo hemos cumplido los dos.

Ahora, en estos momentos, cuando alguien me ataca me aturullo durante unos segundos, me quedo colorada, respiro y suelto. No lo primero que se me pasa por la cabeza, no. Le digo lo que pienso de manera desapasionada, sin enfadarme. No merece la pena. Sólo me encargo de dejar su porquería en sus mentes, para evitar que quede en la mía.

En cuanto a mi autoestima, bueno, esa es más difícil de apuntalar. No sé si era en Pretty Woman que la protagonista dice algo como «es más fácil creer todo lo malo que se te dice», algo así,  y es cierto. Se te queda en el adn insertado como una lanza y ahí vive hasta que decides que ya no más. Pero claro, es tan difícil de arrancar!

Cuidemos mucho siempre lo que decimos al de enfrente. Puede que tus palabras, sin saberlo, queden dentro de esa persona haciéndole daño. No estropeemos las mentes ajenas! Caminemos por ellas con los pies limpitos, que también es algo que he leído por ahí y que es una verdad como un templo. Dejemos siempre huellas bonitas!


Una respuesta a “LA TIMIDEZ”

  1. Antaño se metían mucho con los niños y los jóvenes, se hacía como algo natural y sin pensar en las consecuencias, es más, muchos creían tener la razón absoluta, incluso pensaban que era algo positivo. Crearon una generación llena de traumatizados. Al menos estuvimos para poder cambiar un poco las cosas e intentar hacerlo mejor.
    Magnos sueños.

    Le gusta a 2 personas

Deja un comentario