Lo de comprar

¿Dónde irías durante un día de compras?

Abstrayéndome total de mi vida presente, y creyendo que tengo una cuenta corriente de esas en las que, ir de compras pudiera ser como el día de la protagonista de Pretty Woman, gastando cantidades indecentes de dinero, me iría a una de esas calles en las que solo ves tiendas de marca y coches caros a porrillo. Siendo rica y un poco superficial, me bajaría del coche conducido por un chófer, hombre ya! y empezaría a meterme en todas las tiendas. Haría como Georgina, la mujer de Ronaldo. No me probaría la ropa. Eso lo vi en una serie que hizo ella para Netflix y que me pasaron de estrangis porque no me puedo permitir esos extras y en casa no vemos series ni pelis. Yo no lo haría  por prisas, sino porque soy una vulgar mujer con una enfermedad tan vulgar como la alergia y, claro, si me pongo a quitarme y ponerme ropa, acabaría, además de cansada y satisfecha, enferma y no, no quiero terminar con un antihistamínico en el cuerpo. Queda poco glamuroso tener la nariz como Rudolf, el reno de Papá Noel.

Luego, claro está, iría a una librería para llenar una balda de mi biblioteca del ala este de mi casoplón. No me sería difícil elegir títulos. Jolín que vicio tengo con la lectura! En lo que llevamos de mes, y estamos a día 9, ya me he leído dos libros y me quedan tres en la recámara. Le estoy haciendo pupita al carnet de biblioteca que no utilizaba desde el año 2002 porque, cuando nació mi hija, y a consecuencia de la fuerte depresión que sufrí, olvidé que era socia. Debí hacerlo mientras preparaba las oposiciones y me iba a estudiar allí. Ni idea. Como si le hubieran pasado un paño a mi mente y hubieran borrado muchos de mis recuerdos.

Terminaría el tour comprando comida. Aceites, embutidos, todos caros y muy ricos. Y volvería a hacer como Georgina. Esto me lo envían a Gavá, esto al Prat, pero no a mis casas, sino a las de mis hermanos. Claro! También pediría que me enviaran a mi! Que mis chichas no se crean de la nada! Aunque yo tendría que preguntar eso de, «envían a Canarias?» Si no, ya me lo pillo yo aquí, aunque hay algunas cosas que solo veo pasada Gibraltar, y, la verdad, no me gustaría quedarme con las ganas.

Terminaría el tour de las compras merendando con mis hijos. En algún lugar discreto y silencioso. En algún lugar donde entremos y no se nos queden mirando los demás porque tenemos una pinta «rara». Un sitio donde nos dejen en paz. Pero fuera de Avatar. Eso sí, que disfrute mi prole de los placeres de ver otros mundos. Esos a los que su madre visita con la imaginación.


5 respuestas a “Lo de comprar”

  1. ¡Qué planazo! Si me invitas, me sumo encantada. Imagínate, un día de compras como el de las películas, entre ropa de lujo, libros que nos llenarían de felicidad, y comiendo cosas deliciosas.
    Ah y ya a mí edad, alguna que otra crema de esas muy caras y eficaces que son muy rejuvenecedoras.
    ¡A disfrutar de esos pequeños momentos!
    Un abrazo 🌷

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