Dentro de 10 años

¿Dónde te ves en 10 años?

Dentro de diez años mis hijos tendrán treinta, y veintidós años respectivamente. Yo tendré 65, pero no podré jubilarme, a no ser que, renunciando a una jubilación completa, me quede suficiente para vivir y entonces, chao curro, hola paseos por la playa, gimnasio, comer en sitios ricos, disfrutar mucho de los años que me queden si, a esas fechas, no la he cascado ya.

En mi familia morimos antes de los 70. Algunos de enfermedad, y otros porque deciden dejar de sufrir y se van sin avisar, sin un adiós. Yo pienso despedirme de la vida cada día. Me dará pena mi hijo. Espero que a esas alturas ya esté en busca de un objetivo vital porque esta que les escribe hará como los prisioneros de Alcatraz, apuntando los días que le quedan en la pared, siendo plenamente consciente de que la parca ya empieza a afilar su guadaña. Es ley de vida!

A mi abuela le faltaron dos meses para llegar a los 70. Sin cuidarse nada. Tenía la tensión alta y el médico le recetó y le pautó unos medicamentos y otra forma de vivir la vida. Llegó a casa y, al entrar, antes de preguntarle qué le había dicho el médico, rompió todo delante de mis narices, y mi alma vino a caer en el mismo cubo de la basura donde tiró los trozos. Supe pues que moriría de un infarto, como así fue, pero años después de la anécdota. Le dio tiempo, incluso, a quedarse viuda, cosa que le dio empuje para disfrutar lo que no había hecho durante ninguno de los años de su vida. Murió durmiendo, tranquila.

Luego, mi madre, que se cuidaba como un jarrón Ming, falleció a los 67. Mi madre lo celebraba todo. Que estuviera el día soleado, que no, que si estaba sola, que me voy de crucero…El año que falleció tenía planeado ir a Austria, un país que le gustaba mucho, con unos amigos. Yo creo que, cuando despertaba alguna mañana de mal humor en el hospital, era por despedir todo lo que hubiera querido hacer y no pudo. Murió tan rápidamente como vivió. También mientras dormía.

Mis planes, en ese entonces, era jubilarme y traerla a vivir a la isla. Ella me llevaba 17 años, así que yo quería jubilarme y marchar juntas a la playa, sentarnos en la orilla, y desternillarnos de la risa con nuestras tonterías. Me decía que, si estaba algo gagá no me olvidara de tenerla siempre bien arreglada. Quería ser mayor, pero no parecer un cuadro.

He tenido que reestructurar los planes. Ahora me veo en soledad. Con una cerveza y un bocata, mirando al horizonte, y, cuando me canse volveré a casa. Sola? Acompañada? Qué más da! Si sigo viva y estoy bien, habrá que celebrarlo. Eso pensaré mientras subo hasta la avenida. Caminando por la arena. Mirando los rostros de quienes me cruce por el camino. Inventándole historias. Como cuando era niña.

, ,

8 respuestas a “Dentro de 10 años”

Deja un comentario