Hoy he de comenzar diciendo que, aunque la semana que termina me ha dado hasta en el dni, he salido victoriosa. Victoriosa en el sentido de que sigo sin perder ningún tornillo y mi salud física sigue manteniendo el tipo. Está siendo un año complicado, no solo a nivel laboral, que también, sino a nivel personal, y solo estamos en abril!! Dios!!

En lo laboral, esta semana ha estado sembrada de errores, que he ido enmendando, porque se han dado cuenta otros, pero que me han dejado fundida en negro. Llevo desde ayer pensando en que voy a mirar las demandas nuevas el lunes, y voy a comprobar que en el decanato registraron bien los intervinientes, porque claro! El error parte de ahí, y de que yo soy novata y me creo todo lo que me dicen. Y lo que no, pues también! Ellos no hacen las cosas bien, y yo no he sido lo suficientemente ágil para caer en esa cuenta. Menos mal que no tengo que remontarme al pleistoceno de los pleitos! Porque retrotraer todo al inicio por no registrar bien a una de las partes es como para tirarse de la planta en la que curro, y caer en los jardines que circundan el Registro Civil, como final apoteósico laboral.

En lo personal, pues las cosas van más que reguleras en casa. A la situación de estar con tu pareja en un sí pero no, hay que añadir las necesidades de los chicos. Y estas se han subido al carro del derrape.

Para empezar, me he fijado que, al ir a renovar la matrícula del peque, no han puesto el transporte escolar, cosa que llevan avisando desde el año pasado pero a la que no creí que se atrevieran (jaja) con lo cual, mucho me temo que habremos de atarnos los machos el próximo curso y turnarnos para buscarlo y para traerlo de un cole que está como a veinte minutos en coche. Si no hay atasco. Si consigues subirte en la guagua Global porque viene a reventar de gente. Total, que me he puesto a pensar que, tal vez, solo tal vez, estoy siendo ciega a una realidad. Debería quitarlo de este y ponerlo en un cole de necesidades especiales? Es el niño lo suficientemente autónomo para no necesitar un profesorado que cubra esas fallas? O no? Son fallas o estoy siendo prejuiciosa?

Ahora ando mirando otros coles, algunos cerca de casa, que ya miré en su momento, pero no los colegios para niños con necesidades especiales, porque creí que el niño no necesitaba ese nivel de apoyos. Ahora todo son dudas. Tendré que llamar dentro de dos lunes porque en Semana Santa no hay coles. Ningún cole. Que en esos charcos dejamos de ser todos laicos y nos arrimamos al catolicismo como si no hubiera un mañana.

Vuelvo al niño. A todo este rollo personal se ha unido que su terapeuta está de baja. Un tema de salud en principio solventable con una intervención quirúrgica y mucho descanso. Mínimo un mes. Y ahora me veo en Avatar, intentando explicar a sus habitantes que, las cosas que voy a empezar a aplicar en casa para que el niño no convierta su cabeza en un cubo, son todas para que él no se comporte como el ciudadano de Avatar que es. Entonces recibiré las miradas de desaprobación de los demás habitantes, y tendré que explicar porqué es conveniente que yo ahora aplique medidas de contención para que nada salte por los aires. Y me dirán que eso que hago no está bien, y yo contestaré que, en un mundo donde te quitan la rutina de ir al colegio como un rey, en un bus, y búscate la vida, y si te explota la cabeza nos da igual, en ese que ponen un viaje a Eurodisney sin contar con tu madre para ninguna cosa y si no vas, mira qué pena! donde las personas autistas luchan aún para que, cosas de la vida cotidiana se adapten a las necesidades de cada uno aún sin mucho éxito, ese mundo sí que es un cabrón. Yo me limito a ponerme delante de ellos, con los pies separados, con mi arma en la mano, para defenderlos con mi vida. Aunque no lo parezca. Y, a veces, es tan agotador!!

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3 respuestas a “Agotada”

  1. Querida amiga,
    Tu mensaje es de una sinceridad y una fuerza realmente conmovedoras. Es admirable cómo, a pesar de todas las dificultades, sigues encontrando la manera de levantarte y mantenerte firme. Esa victoria de no perder los tornillos es un triunfo que merece celebrarse. La vida puede ser un torbellino, pero tu capacidad para reflexionar sobre todo lo que está sucediendo a tu alrededor muestra una gran fortaleza.
    Entiendo perfectamente esa sensación de estar en un mar de dudas respecto a la educación de tu pequeño, debe ser muy difícil y como dices y agotador, mi hija es pedagoga y lleva 21 años con crios, ojalá estuvieras cerca, pues ella tiene un don especial para los niños con necesidades especiales, tiene imán para ellos, todos la quieren y ella los cuida y le da mucho cariño, además del aprendizaje que necesitan.
    ¡Es un tema tan delicado!
    Es natural cuestionarse y buscar lo mejor para él.
    La incertidumbre puede ser abrumadora, pero recuerda que estás haciendo lo posible por encontrar el camino adecuado. La preocupación por su bienestar es un signo de tu amor incondicional, Sandruski (si es que es este tu nombre, pues siempre te llamo como pone en tu blog).
    Lo que mencionas sobre la falta de apoyo en el colegio y la baja del terapeuta añade otra capa de desafío.
    Pero aquí estás, dispuesta a buscar soluciones y a cuestionar lo que no funciona.
    ¡Eso es muy valiente!
    A veces, la lucha por el bienestar de nuestros seres queridos puede parecer una batalla solitaria, pero te aseguro que no estás sola en esto. Tu dedicación es un faro de esperanza para muchas personas que tienen problemas parecidos.
    Recuerda cuidar también de ti misma en este proceso; eres tan importante como los demás en tu vida. Te mando un abrazo fuerte lleno de ánimo y cariño.
    ¡A seguir adelante con esa energía guerrera! 💖🥰🌷

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    • Muchísimas gracias por tu mensaje! Si. Ojalá vivir un poquito más cerca, me encantaría tener una red de apoyo de la que carezco por tener a la familia lejos. Sandruski me llamaba mi madre, pero me puso de nombre Ana, como ella, y Sandra. Si. Tal cual como la nieta de Ana Obregón. Un giro del destino que debe tener a mi madre desternillándose en el más allá! Un abrazo enorme! De esos que reconfortan como tus palabras!

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  2. Me encanta, Ana, también se llama así una de mis hermanas, y Sandra es precioso.
    Según vas dando pinceladas de tu vida, me siento un poco más cerca de ti y de todo lo que cuentas y soy de esas personas que quisiera tener una varita mágica y arreglar todo lo que hay en el mundo que no funciona o funciona mal y ahí incluyo tus problemas, sé que eso de las varitas mágicas no existe, pero lo que sí te puedo decir, que aunque no nos conozcamos, si algún día necesitas hablar, reír o llorar, aquí estoy, aunque sea de forma virtual.
    Imagino que estarás rodeada de muchas personas, yo soy alguien insignificante, pero te ofrezco mi escucha y mi apoyo, si lo necesitas cuenta conmigo.
    Un fuerte abrazo y feliz noche, Ana.

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