Las vueltas dan mucha vida

Esta frase está colgada hoy en mi estado de WhatsApp. Ví la frase y me gustó lo suficiente como para ponerla ahí. Pensaba en la cantidad de vueltas que ha dado mi vida y en la vida que éstas han generado. Hoy, por ejemplo, he vuelto a hacer ensaladilla. Un plato que no hacía desde que mi madre falleció. Mientras picaba la cebolla he podido oír, por un lado, a mi abuela decirme que era inteligente hacer la comida sin pizca de hambre. Por el otro, he oído a mi madre decirme que ella sabe que en mí hay una buena cocinera porque me encanta comer pero que hacer el plato como lo hace mi hermana, esto es, sin verduras, es de criar hijos del bando de los de vida no muy sana, pero que entendía que me plegara a los deseos del enano. Las vueltas dan mucha vida.

He vuelto a tener noticias de mi tía. No por boca de otros, sino por ella misma. Se ha animado a coger el teléfono aunque prefiere que no la llamemos. Todo normal. Su enfermedad provoca este tipo de deseos y yo, como con mi hijo, me repliego a sus deseos. Eso he hecho desde el principio. Sabía que no se comunicaba porque ese era su deseo. Ahora, al menos, podré hablar con ella cada vez que le apetezca.Las vueltas dan mucha vida.

Hace ya una semana casi que se fue mi hermana y aún tengo en la piel los recuerdos de la semana pasada con ella. Agradezco tanto que me ayudara con lo de las cenizas de mi madre! Solo el que me acompañara y su sonrisa mientras lo hacía fue un bálsamo para mi mente. Lo has hecho bien! No fue exacto como mamá deseaba pero le diste su último capricho, parecía decir con su sonrisa. Descansar en su isla. Las vueltas dan mucha vida.

Esta semana, por ir retomando la rutina, he vuelto al gimnasio y al trabajo. Por ese orden. Mi dolor en la espalda no me da tregua y, aunque solo he podido, por logística, ir dos veces, y aún la cintura y el cuello parece que fueran a saltar por lugares distintos, y a caer lejos de mi cuerpo, sé que en un rato estaré mejor y podré pasar el día sin este dolor horripilante con el que no puedo ni respirar correctamente. Quién me lo iba a decir a mí, que estuvieron a punto de ficharme en el club de atletismo del colegio porque era una saltimbanqui! De hecho, el profesor me veía en salto de vallas y ahora no puedo ni bajar un peldaño sin dolor. Las vueltas dan mucha vida y la mía ha estado llena de contratiempos y de emociones a flor de piel y de decisiones equivocadas. No debí abandonar el deporte, no debí beber hasta el agua de los floreros en mi juventud, no debí fumar como una maldita chimenea. No debí sabotearme. Debí amarme con la fuerza de los mares que diría la gran Jurado, pero es que las vueltas dan tanta vida…y a mí la mía, por fin, a pesar de los contratiempos, comienzan a gustarme.

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4 respuestas a “Las vueltas dan mucha vida”

  1. Ana, cada vez que te leo me sorprendo… De verdad. Hay una verdad tan honda en tus palabras, una mezcla de ternura, lucidez y sentido del humor que desarma.
    Podías haber sido atleta, escritora o equilibrista de emociones, bueno, esto último ya lo eres, sin duda, pero la vida, con sus vueltas, te ha ido llevando por caminos que tú narras con una belleza que conmueve.
    Me alegra muchísimo que hayas vuelto al gimnasio, que vayas encontrando espacios para ti. Y ojalá sí, igual el yoga te vendría bien, a mí me ayuda bastante con mis hernias discales… y con otras cosas que también pesan.
    Y por favor, dime que el tabaco ya quedó atrás… lo digo con cariño y preocupación. Te mereces salud, descanso y aire limpio para respirar sin que duela.
    Tu frase “las vueltas dan mucha vida” se me ha quedado clavada. Qué cierto es. A veces giramos sin rumbo, otras parece que volvemos al punto de partida… pero en ese girar también vamos dibujando lo que somos.
    Y tú, querida, has creado algo muy hermoso. Gracias por compartirlo.
    Un abrazo grande, de esos que alivian un poco la espalda y mucho el alma. 🫂💝🌷

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